Algo que me encantó del aula es el mensaje que dan, que debemos valorizar el trabajo realizado con el mayor empeño, a pesar de no llegar a ser perfecto. Obviamente, en segundas o terceras etapas, podamos perfeccionarlo. La práctica lleva a la perfección. Y eso debemos tomarlo en práctica tanto para sí mismo o en el caso de tener subordinados, transmitir esa sensación a ellos. Lidiar con personas implica poner en práctica la empatía, entender como se sienten y ayudarlos en casos negativos, para que el crecimiento de cada individuo sea positivo y así, subsecuentemente, el clima del equipo de trabajo sea bueno.